Había una vez una mosca llamada Fosca que decidió construir una casa porque estaba harta de zumbar y dar vueltas. Y, para inaugurar su casa, cocinó una rica tarta de moras.
Unos curiosos animalitos fueron llegando a la casa de la mosca Fosca pero cuando ya no cabía ninguno más, apareció un oso. ¿Queréis saber lo que ocurrió?
Esperamos que os haya gustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario